Bambú, el material antisísmico que resiste terremotos y revoluciona la construcción mundial

A partir de su eficacia comprobada en sismos recientes y con aval de investigaciones científicas, el uso de este recurso natural crece en América Latina y Asia.

18 Nov, 2025 06:35 p.m. CO
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El bambú antisísmico en SudaméricaEl bambú antisísmico en Sudamérica demuestra alta resistencia frente a terremotos, superando materiales tradicionales como el hormigón y el ladrillo (Crédito: freepik)

Cuando el terremoto de magnitud 7,8 sacudió la ciudad costera de Manta, en Ecuador, en abril de 2016, la devastación fue generalizada: el centro comercial Tarqui quedó destruido y las calles se llenaron de escombros de ladrillo y hormigón.

Sin embargo, un elemento tradicional sobresalió: el bambú. Según la BBC, cientos de casas tradicionales de este material permanecieron en pie tras el sismo, lo que ha impulsado un renovado interés global en el bambú antisísmico como alternativa sostenible y eficaz frente a los materiales convencionales.

La resistencia sísmica del bambú ha sido documentada tanto en Ecuador como en Colombia. Pablo Jácome Estrella, director regional para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Bambú y el Ratán (Inbar), relató a la BBC que todas las viviendas de bambú en la provincia de Manabí, construidas antes del terremoto, resistieron el embate.

Un estudio posterior al sismo, citado por Sebastian Kaminski, ingeniero estructural de Arup, evaluó más de 1.200 edificios en la zona y concluyó que las estructuras de hormigón armado sufrieron daños más severos que las de madera y bambú.

Investigaciones científicas y estudios deInvestigaciones científicas y estudios de campo validan la eficacia del bambú en la construcción de viviendas seguras en zonas sísmicas de Ecuador y Colombia (Crédito: freepik) A esta evidencia empírica se suman datos científicos relevantes. Investigaciones realizadas por la Universidad Nacional de Colombia y el Earthquake Engineering Research Institute tras el terremoto de Armenia de 1999 analizaron más de 2.000 edificaciones y confirmaron que las viviendas de bahareque y guadua presentaron daños mínimos en comparación con las de ladrillo y hormigón, lo que motivó la creación del primer código mundial de construcción con bambú.

Estudios modernos, como el publicado en Construction and Building Materials en 2021 por Bhavna Sharma y un equipo internacional, mostraron que paneles y elementos estructurales de bambú bajo pruebas de mesa vibratoria evidencian gran capacidad de disipación de energía, ductilidad y un desempeño comparable al acero en la relación resistencia-peso. Este desempeño superior en zonas sísmicas consolida el potencial del bambú como material de futuro.

Tradición, innovación y normalización del bambú

El uso del bambú en la construcción tiene raíces milenarias en Sudamérica, África y Asia. Jácome Estrella explicó que en la costa ecuatoriana existe una tradición de cosechar el bambú durante la luna creciente y tratarlo en el mar para su conservación.

El desarrollo de códigos deEl desarrollo de códigos de construcción con bambú en países como Colombia, Perú, Ecuador y México marca un avance en la normalización del material (Crédito: freepik)

A pesar de la larga historia, el potencial del bambú fue subestimado durante décadas y, en algunas ciudades, incluso se prohibió por considerarlo inflamable. Solo cuando se demostró que los tratamientos ignífugos pueden mitigar ese riesgo, se empezó a reconsiderar su valor. La profesora Bhavna Sharma, de la Universidad del Sur de California, destacó su naturaleza flexible: “Los edificios deberían moverse durante un terremoto”, afirmó Sharma, al subrayar la importancia de la ductilidad y el bajo peso del material.

El terremoto de 1999 en la región cafetalera de Colombia marcó un punto de inflexión. Luis Felipe López, gerente general de la Fundación Base Bahay en Filipinas, recordó que el gobierno colombiano reconoció que las casas de bahareque salvaron vidas, lo que llevó a la elaboración del primer código de construcción específico para bambú en 2002.

Desde entonces, la investigación sobre sus propiedades estructurales se ha intensificado y países como Perú, Ecuador, Bangladesh, India y México han desarrollado sus propios códigos nacionales. En 2021, la Organización Internacional de Normalización (ISO) publicó un nuevo código que, según Kaminski, sigue siendo la referencia en la materia.

Innovaciones en Filipinas y PakistánInnovaciones en Filipinas y Pakistán aplican técnicas sudamericanas de bambú para construir viviendas resistentes a terremotos y tifones (Freepik)

La innovación en el uso del bambú se ha extendido a Asia y América Latina. En Filipinas, la Fundación Base Bahay ha construido más de 800 viviendas en comunidades vulnerables, empleando muros de corte de bambú compuesto inspirados en el bahareque.

Estas viviendas han soportado numerosos tifones y, aunque todavía no han enfrentado grandes terremotos, los diseños incorporan geometría triangular y conexiones internas para absorber tanto energía sísmica como la fuerza del viento.

En Pakistán, la arquitecta Yasmeen Lari desarrolló viviendas de emergencia de bajo costo utilizando paredes y techos de bambú. Lari explicó que una de sus estructuras resistió simulaciones de terremotos dos veces y media mayores que el de Kobe de 1995, solo mostrando daños cuando la intensidad alcanzó más de seis veces la original.

Desafíos sociales y técnicos para la expansión global

(Imagen Ilustrativa Infobae)(Imagen Ilustrativa Infobae)

A pesar de los avances tecnológicos y normativos, la estandarización y la aceptación del bambú enfrentan desafíos importantes. Kaminski advirtió que la calidad del diseño, la construcción adecuada y el mantenimiento determinan la seguridad de las edificaciones.

El uso de boro para proteger contra insectos y la impermeabilización de techos y paredes resultan esenciales para asegurar la durabilidad.

El Banco Mundial reconoció el valor de las tecnologías de construcción adaptadas localmente, incluido el bambú. Sin embargo, la falta de pruebas de laboratorio y la ausencia de códigos técnicos locales limitan su adopción.

En Pakistán, la reconstrucción post-inundacio nes de 2022 utilizó principalmente ladrillo y hormigón, pese a que las viviendas de Lari con bambú se podrían construir por menos de una décima parte del costo de las alternativas convencionales.

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El papel de bambú, ¿realmente ecológico? Un estudio revela su impacto ambiental negativo

El papel de bambú, ¿realmente ecológico? Un estudio revela su impacto ambiental negativo

octubre 31, 2025

En los últimos años, el papel tissue fabricado a partir de bambú, originario de China, se ha posicionado como una opción popular entre los consumidores preocupados por el medio ambiente. Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte pone en entredicho la verdadera sostenibilidad de estos productos. La investigación revela que, en términos de huella de carbono, el papel de bambú podría no ofrecer beneficios climáticos significativos en comparación con el papel tissue convencional producido en Estados Unidos y, en algunos casos, podría resultar incluso más perjudicial para el medio ambiente.

El estudio, titulado Evaluación comparativa del ciclo de vida del papel higiénico basado en bambú y en madera: implicaciones del abastecimiento de fibra y las tecnologías de conversión, se centra en la comparación de la huella de carbono del papel tissue de bambú fabricado en China con el de papel convencional producido en EE.UU. y Canadá. Los investigadores concluyen que, aunque la biomasa de bambú en sí no genera más gases de efecto invernadero que la madera tradicional, la dependencia del carbón en la red eléctrica china provoca un incremento significativo en las emisiones en comparación con las fuentes de energía más limpias utilizadas en América del Norte.

Impacto ambiental del papel de bambú

Según Naycari Forfora, autora principal del estudio y candidata a doctora en la Facultad de Recursos Naturales de la NC State, «en lo que respecta a las emisiones, la tecnología utilizada para crear el papel higiénico es mucho más importante que el tipo de fibra del que está hecho». Forfora enfatiza que «debido a la alta dependencia del carbón en la red eléctrica de China, las emisiones a lo largo de toda la cadena de suministro del papel son más altas que las observadas en el caso del papel basado en madera».

Ronalds Gonzalez, profesor asociado en NC State y coautor del estudio, destaca que «fabricar papel higiénico a partir de bambú no es significativamente diferente de utilizar otras fuentes de madera». Gonzalez explica que «el bambú es un cultivo como cualquier otro, y pasa por los mismos procesos de producción que la madera brasileña o canadiense». Esta percepción errónea de que el bambú es una opción «libre de árboles» puede llevar a los consumidores a subestimar el impacto ambiental asociado a su producción, especialmente considerando la dependencia de las fábricas chinas del carbón.

Los investigadores encontraron que la producción de papel tissue de bambú en China es responsable de casi 2,400 kilogramos de dióxido de carbono equivalente por tonelada de papel producido, en comparación con 1,824 kgCO2eq/ton para el papel de madera producido en EE.UU. Además, el papel de bambú chino muestra un rendimiento inferior en varias categorías ambientales, incluyendo la formación de smog, efectos respiratorios y ecotoxicidad.

Es relevante señalar que estas diferencias se reducen significativamente cuando la producción de bambú se lleva a cabo en regiones con redes eléctricas limpias, lo que refuerza la conclusión de que las mejoras tecnológicas son mucho más impactantes que un cambio en el tipo de fibra al desarrollar estrategias de descarbonización.

Los autores son miembros de la Iniciativa de Fibras Sostenibles y Alternativas (SAFI) de NC State, la mayor coalición dedicada a avanzar en el conocimiento sobre la sostenibilidad de las fibras convencionales y alternativas. SAFI reúne a más de 30 socios locales y globales de la industria, la academia y el gobierno para impulsar conjuntamente la innovación y el desarrollo responsable de fibras.

Coautores del estudio incluyen a Rhonald Ortega, Isabel Urdaneta, Ivana Azuaje, Keren A. Vivas, Hasan Jameel y Richard Venditti de NC State.

Etiquetas: ambiental, bambú, ecológico, estudio, impacto, negativo, papel, realmente, revela VER MAS EN – https://larepublica.es/2025/10/31/el-papel-de-bambu-realmente-ecologico-un-estudio-revela-su-impacto-ambiental-negativo/

​La importancia del calendario lunar en la mejora de la productividad del sector del agro

La importancia del calendario lunar en la mejora de la productividad del sector del agro

Se recomienda que la cosecha de madera, guadua y otras especies se hagan en luna menguante, para evitar la producción se pudra

La ciencia ha demostrado que la luna concentra unas fuerzas magnéticas que inciden directamente en las dinámicas del agua que hay sobre la Tierra, dependiendo de las fases del calendario lunar. Por eso, cuando hay luna llena, el nivel de las mareas sube, y cuando hay luna nueva, bajan. Si tenemos en cuenta que el organismo de la mayoría de los seres vivos está compuesto hasta por un 70% de agua, el entendimiento de este fenómeno natural ayuda a mejorar algunos ciclos productivos en las actividades del agro.

“El agua influye en toda la dinámica de la vida y está influida por las fuerzas magnéticas de la Luna, que cambian con las distintas fases de su calendario”, dice David Vásquez, investigador PhD en agroecología del Centro de Investigación Mira de Agrosavia en Tumaco (Nariño), explica. Dicho ciclo dura 28 días y se divide en cuatro momentos, cada uno de siete días: inicia con la luna creciente, sigue con la llena, continúa con la menguante y cierra con la luna nueva. En los primeros 14 días las aguas suben, y en los 14 finales bajan.

¿Cómo afecta el calendario lunar en las plantas?

Con lo anterior, David Vásquez recomienda que, en épocas de aguas arriba, no es recomendable cosechar maderas. Y expone el ejemplo de la guadua angiosperma, una especie que reserva agua en sus cañutos internos: si se le hace un corte con un machete a las 3:00 de la mañana en luna llena, saldrá un chorro de agua con mucha presión.

“Siempre se recomienda que todos los procesos de cosecha de madera, guadua y otras especies se hagan en luna menguante, porque si el agua está arriba, esa madera tiende a pudrirse y no va a estar en su mejor condición para que sea útil y se pueda guardar”, comenta el experto acerca de esta situación.

Entender el calendario lunar también orienta el desarrollo de las podas. En este caso, la sugerencia es hacerlas en menguante, para optimizar el proceso de cicatrización de las plantas y evitar la entrada de hongos o bacterias. Si se hacen en las fases de luna creciente o llena, el exceso de agua perjudica y expone a las especies. En cuanto a las siembras, la mejor época es en luna menguante o nueva, cuando el agua está abajo.

“La idea es que el agua y la fuerza se concentran en la parte baja de la tierra para que estimulen las dinámicas de todos los procesos biológicos que allí ocurren”, y que son necesarios para que las plantas crezcan sanas y fuertes.

Jairo Lozano, tecnólogo en producción agroecológica y productor agroecológico en el Oriente de Antioquia, refuerza lo dicho por David Vásquez y comenta que cuando hay luna llena, la savia de las plantas, es decir el agua y todos los nutrientes, se encuentren en la parte alta de las especies, lo cual favorece los procesos de floración y fructificación.

“Si entendemos eso, vamos a comprender que los mejores momentos para realizar procesos agrícolas es cuando la luna está llena. Caso contrario, cuando hay luna nueva, la savia de la planta, los nutrientes y las aguas se encuentran una raíz, y eso permite planificar las siembras de productos que sean de tipo raíz, tubérculos, rizomas, e intervenir también con más facilidad lo nutricional para el fortalecer el crecimiento de desarrollo radical de las plantas”, afirma Lozano.

El uso del calendario lunar es una práctica ancestral que en los últimos años se ha apoyado en la ciencia para reforzar algunos conceptos y desmitificar otros que no tienen sustento científico. Por ejemplo, hasta hace algunos años algunos productores empíricos recomendaban sembrar solo en luna menguante, pero con el tiempo se demostró que se puede hacer en cualquier momento, pero teniendo en cuenta los flujos energéticos y las fuerzas magnéticas que irradia la luna.

“Como productor, me he inclinado mucho a estudiar y analizar sobre las teorías que han creado los biodinámicos, y puedo dar fe de que si realizo la planificación adecuada de siembras y cosechas basándose en esas recomendaciones por los ciclos lunares, logro que las plantas sean más vigorosas, con mejores cosechas, y que estén en su ciclo con menos incidencia de plagas y enfermedades, lo que es fundamental”, cierra Lozano.

Otras creencias
Los fieles seguidores del calendario lunar afirman que las fases de la Luna influyen en el crecimiento del cabello, la calidad del sueño, el estado anímico, los partos e incluso el éxito en los tratamientos médicos. En cuanto a la agricultura biodinámica, por ejemplo, se adapta el calendario de siembra y cosecha al ciclo lunar, ya que se argumenta que la savia de las plantas se mueve con mayor intensidad en determinadas fases, lo que podría llegar a afectar su crecimiento y productividad.

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