Bambú como elemento constructivo: 3 ejemplos de la CASACOR Ceará

Los proyectos de CASACOR Ceará muestran cómo el bambú puede ser un símbolo de armonía entre el diseño, la naturaleza y el bienestar

  • Por Milena Garcia
  • Presentado en 5 nov 2025, 19:20

Os projetos da CASACOR Ceará mostram como o bambu pode ser um símbolo de harmonia entre design, natureza e bem-estar

Os projetos da CASACOR Ceará mostram como o bambu pode ser um símbolo de harmonia entre design, natureza e bem-estar(CASACOR/CASACOR)

En la arquitectura contemporánea, el bambú gana protagonismo por la combinación única de resistencia, flexibilidad y atractivo estético. Más que un material sostenible, simboliza una forma de construir en armonía con el proyectos — un retorno a los orígenes, pero con la mirada puesta en el futuro. En CASACOR Ceará 2025, diferentes proyectos muestran cómo el bambú puede asumir funciones estructurales y decorativas, traduciendo un modo de habitar más consciente y afectivo.

En tres proyectos — el Alpendre da Casa, la Brinquedoteca Inclusiva Girassol y el Bangalô Duna — el material aparece interpretado desde diferentes ópticas: a veces como refugio para la convivencia, a veces como soporte para la inclusión, a veces como símbolo de un nuevo equilibrio entre el cuerpo y el planeta. En común, el deseo de devolver a la arquitectura la ligereza y el tiempo de la naturaleza.

Alpendre da Casa – Fabricio Pereira y Roberta Pereira

Diseñado por Fabrício Pereira y Roberta Pereira, el Alpendre da Casa rescata uno de los proyectos más simbólicos de la cultura brasileña: la terraza como punto de encuentro entre el interior y el exterior. En este proyecto, el bambú aparece como mediador de esta relación, filtrando la luz, permitiendo la ventilación y otorgando una textura orgánica a la estructura.

Fabricio Pereira y Roberta Pereira - Alpendre de la Casa. Proyecto de CASACOR Ceará 2025.

Fabricio Pereira y Roberta Pereira – Alpendre de la Casa. Proyecto de CASACOR Ceará 2025. (Felipe Petrovsky/CASACOR)

El uso del material refuerza el carácter acogedor y poético del proyecto, que invita a la contemplación y al descanso. De este modo, el bambú permite que la mirada atraviese la casa sin barreras, mientras la naturaleza se hace presente de forma sutil y constante.

Fabricio Pereira y Roberta Pereira - Alpendre de la Casa. Proyecto de CASACOR Ceará 2025.

Fabricio Pereira y Roberta Pereira – Alpendre de la Casa. Proyecto de CASACOR Ceará 2025. (Felipe Petrovsky/CASACOR)

Brinquedoteca Inclusiva Girassol – Estar Urbano

Firmada por la oficina Estar Urbano, de Laura Rios y Liana Feingold, la Brinquedoteca Inclusiva Girassol nace con el propósito de promover el bienestar de los niños a través de la neuroarquitectura y de la accesibilidad. El proyecto fue desarrollado para el programa Girassol, de la Alcaldía de Fortaleza, y combina funcionalidad y poesía en cada detalle.

Estar Urbano - Brinquedoteca Inclusiva Girassol. Proyecto de CASACOR Ceará 2025.

Estar Urbano – Brinquedoteca Inclusiva Girassol. Proyecto de CASACOR Ceará 2025. (Felipe Petrovsky/CASACOR)

El bambú aparece como uno de los elementos estructurales que sustentan la atmósfera lúdica y natural del proyecto. Su textura y tonalidad suave dialogan con muebles y luminarias co-creados por artesanos de CeArt, además de las piezas sensoriales firmadas por diseñadores locales. El resultado es un proyecto que acoge y estimula, donde el bambú actúa como puente entre el diseño y el afecto.

Estar Urbano - Biblioteca Inclusiva Girassol. Proyecto de CASACOR Ceará 2025.

Estar Urbano – Biblioteca Inclusiva Girassol. Proyecto de CASACOR Ceará 2025. (Felipe Petrovsky/CASACOR)

Bangalô Duna – Julia Gasparini

En el Bangalô Duna, de Julia Gasparini, el bambú deja de ser solo un elemento constructivo y se convierte en lenguaje arquitectónico. Las estructuras desarrolladas por la empresa Bambugalô traducen el compromiso con la sostenibilidad y con el tiempo artesanal de hacer. El proyecto es un manifiesto silencioso sobre el habitar con conciencia.

Julia Gasparini - Bangalô Duna. Proyecto de CASACOR Ceará 2025.

Julia Gasparini – Bangalô Duna. Proyecto de CASACOR Ceará 2025. (Felipe Petrovsky/CASACOR)

Combinado con pisos y muebles de madera, paredes de tierra, techos de palma de carnaúba e interiores en fibras naturales, el bambú da forma a un proyecto que valora la materialidad bruta y el confort sensorial. El bangalô propone una nueva relación entre arquitectura y paisaje: en lugar de imponerse a la naturaleza, la acompaña.

Julia Gasparini - Bangalô Duna. Proyecto de la CASACOR Ceará 2025.

Julia Gasparini – Bangalô Duna. Proyecto de la CASACOR Ceará 2025. (Felipe Petrovsky/CASACOR)

Servicio – CASACOR Ceará 2025

  • Cuándo: del 2 de octubre al 16 de noviembre de 2025
  • Dónde: Meireles – Rua Tibúrcio Cavalcanti, 607 – Fortaleza – CE
  • Horario de funcionamiento: de martes a sábado, de 16h a 22h. Domingos y festivos, de 15h a 21h
  • Más información: https://appcasacor.com.br/events/ceara-2025

Ver mas en – https://casacor.abril.com.br/es-ES/noticias/arquitetura/bambu-elemento-construtivo-casacor-ceara-2025

​La importancia del calendario lunar en la mejora de la productividad del sector del agro

La importancia del calendario lunar en la mejora de la productividad del sector del agro

Se recomienda que la cosecha de madera, guadua y otras especies se hagan en luna menguante, para evitar la producción se pudra

La ciencia ha demostrado que la luna concentra unas fuerzas magnéticas que inciden directamente en las dinámicas del agua que hay sobre la Tierra, dependiendo de las fases del calendario lunar. Por eso, cuando hay luna llena, el nivel de las mareas sube, y cuando hay luna nueva, bajan. Si tenemos en cuenta que el organismo de la mayoría de los seres vivos está compuesto hasta por un 70% de agua, el entendimiento de este fenómeno natural ayuda a mejorar algunos ciclos productivos en las actividades del agro.

“El agua influye en toda la dinámica de la vida y está influida por las fuerzas magnéticas de la Luna, que cambian con las distintas fases de su calendario”, dice David Vásquez, investigador PhD en agroecología del Centro de Investigación Mira de Agrosavia en Tumaco (Nariño), explica. Dicho ciclo dura 28 días y se divide en cuatro momentos, cada uno de siete días: inicia con la luna creciente, sigue con la llena, continúa con la menguante y cierra con la luna nueva. En los primeros 14 días las aguas suben, y en los 14 finales bajan.

¿Cómo afecta el calendario lunar en las plantas?

Con lo anterior, David Vásquez recomienda que, en épocas de aguas arriba, no es recomendable cosechar maderas. Y expone el ejemplo de la guadua angiosperma, una especie que reserva agua en sus cañutos internos: si se le hace un corte con un machete a las 3:00 de la mañana en luna llena, saldrá un chorro de agua con mucha presión.

“Siempre se recomienda que todos los procesos de cosecha de madera, guadua y otras especies se hagan en luna menguante, porque si el agua está arriba, esa madera tiende a pudrirse y no va a estar en su mejor condición para que sea útil y se pueda guardar”, comenta el experto acerca de esta situación.

Entender el calendario lunar también orienta el desarrollo de las podas. En este caso, la sugerencia es hacerlas en menguante, para optimizar el proceso de cicatrización de las plantas y evitar la entrada de hongos o bacterias. Si se hacen en las fases de luna creciente o llena, el exceso de agua perjudica y expone a las especies. En cuanto a las siembras, la mejor época es en luna menguante o nueva, cuando el agua está abajo.

“La idea es que el agua y la fuerza se concentran en la parte baja de la tierra para que estimulen las dinámicas de todos los procesos biológicos que allí ocurren”, y que son necesarios para que las plantas crezcan sanas y fuertes.

Jairo Lozano, tecnólogo en producción agroecológica y productor agroecológico en el Oriente de Antioquia, refuerza lo dicho por David Vásquez y comenta que cuando hay luna llena, la savia de las plantas, es decir el agua y todos los nutrientes, se encuentren en la parte alta de las especies, lo cual favorece los procesos de floración y fructificación.

“Si entendemos eso, vamos a comprender que los mejores momentos para realizar procesos agrícolas es cuando la luna está llena. Caso contrario, cuando hay luna nueva, la savia de la planta, los nutrientes y las aguas se encuentran una raíz, y eso permite planificar las siembras de productos que sean de tipo raíz, tubérculos, rizomas, e intervenir también con más facilidad lo nutricional para el fortalecer el crecimiento de desarrollo radical de las plantas”, afirma Lozano.

El uso del calendario lunar es una práctica ancestral que en los últimos años se ha apoyado en la ciencia para reforzar algunos conceptos y desmitificar otros que no tienen sustento científico. Por ejemplo, hasta hace algunos años algunos productores empíricos recomendaban sembrar solo en luna menguante, pero con el tiempo se demostró que se puede hacer en cualquier momento, pero teniendo en cuenta los flujos energéticos y las fuerzas magnéticas que irradia la luna.

“Como productor, me he inclinado mucho a estudiar y analizar sobre las teorías que han creado los biodinámicos, y puedo dar fe de que si realizo la planificación adecuada de siembras y cosechas basándose en esas recomendaciones por los ciclos lunares, logro que las plantas sean más vigorosas, con mejores cosechas, y que estén en su ciclo con menos incidencia de plagas y enfermedades, lo que es fundamental”, cierra Lozano.

Otras creencias
Los fieles seguidores del calendario lunar afirman que las fases de la Luna influyen en el crecimiento del cabello, la calidad del sueño, el estado anímico, los partos e incluso el éxito en los tratamientos médicos. En cuanto a la agricultura biodinámica, por ejemplo, se adapta el calendario de siembra y cosecha al ciclo lunar, ya que se argumenta que la savia de las plantas se mueve con mayor intensidad en determinadas fases, lo que podría llegar a afectar su crecimiento y productividad.

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