Torre Eiffel tiene una réplica en Cali: joven usó más de 3.000 palos de bambú y madera para construir su ver sión del monumento

El artista caleño dedicó 1 año y 9 meses a construir una nueva versión de la icónica estructura, una de las más visitas en el mundo.

Un ejemplo de determinación, paciencia y talento artesanal ha surgido en la Sucursal del Cielo, donde un joven artista local completó una impresionante réplica de la Torre Eiffel empleando más de 3.000 palos de bambú y múltiples piezas de madera trabajadas a mano.

El creador, identificado como Andrés López, dedicó alrededor de 1 año y 9 meses a este singular proyecto que requirió desde el diseño de planos en una escala reducida hasta el corte, pulido ensamblaje minucioso de cada palito y pieza de bambú.

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Para alcanzar la precisión que buscaba, López se valió de herramientas como tijeras, bisturí y segueta, poniendo a prueba su disciplina, paciencia, perseverancia y su compromiso con la visión que tenía desde el inicio, esto además de su tiempo, ya que día y noche dedicaba un largo lapso para poder cumplir su meta.

Más allá del trabajo manual, el joven documentó todo el proceso en video, registrando tanto los obstáculos como los avances logrados a lo largo de meses de dedicación intensa. Estas grabaciones han sido compartidas en redes sociales, donde han generado interés y admiración por la creatividad y constancia del artista.

Para Andrés, esta réplica no es solo una maqueta; representa un símbolo de la capacidad artística de los jóvenes de Cali y de cómo la pasión puede transformar materiales sencillos en obras que compiten con las mejores creaciones del mundo.

Él mismo se describe con confianza como “uno de los mejores artistas del mundo”, una afirmación que su obra respalda y que refleja su orgullo por el resultado alcanzado.

La estructura levantada por el joven se alza hoy como un símbolo del ingenio vallecaucano, evocando no solo la famosa Torre Eiffel de París, una de las estructuras más icónicas del mundo creada por Gustave Eiffel en 1889, sino también la capacidad de reinterpretar grandes monumentos desde una perspectiva local y artesanal.

Este tipo de iniciativas inspira a otros jóvenes creativos a soñar en grande y a apostar por proyectos ambiciosos que puedan transformar ideas en realidades tangibles, incluso cuando los recursos son modestos y el camino está lleno de retos.

La historia ha despertado reacciones positivas entre usuarios de redes sociales, quienes han resaltado el talento, la creatividad y la disciplina detrás de la construcción

La obra se ha convertido en un ejemplo del potencial artístico que existe en Colombia, especialmente entre jóvenes que, pese a limitaciones económicas o técnicas, logran materializar ideas ambiciosas a través del ingenio y la constancia.

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World News Residentes y expertos defienden uso de andamios de bambú en Hong Kong pese a incendio mortal

World News – Residentes y expertos defienden uso de andamios de bambú en Hong Kong pese a incendio mortal

HONG KONG (AP) — Residentes de Hong Kong, profesionales de la construcción y hasta exfuncionarios de alto rango rechazan la idea de que el andamiaje de bambú fue la principal razón por la que las llamas se propagaron tan rápidamente en el incendio más mortífero de la ciudad en décadas, en medio de un debate sobre si debería ser reemplazado.

Las autoridades se centraron rápidamente en el andamiaje tradicional en torno de los edificios de apartamentos en el complejo Wang Fuk Court, donde el fatal incendio del 26 de noviembre se extendió de una torre a siete, matando al menos a 159 personas. Aunque gran parte de la malla verde que cubría el andamiaje se incineró, parte del andamiaje de bambú también se quemó y cayó, y las autoridades han intensificado los planes para reemplazarlo.

El andamiaje de bambú es algo común en los rascacielos de Hong Kong, aunque en China continental y en otros lugares de Asia han comenzado a usar alternativas de metal.

Un sindicato de la industria señala que Hong Kong tiene aproximadamente 3.000 trabajadores registrados para erigir andamios de bambú, una técnica de construcción que data de cientos de años.

Expertos son escépticos sobre culpar al bambú
“Soy muy cauteloso al culpar al bambú en sí antes que se publiquen los resultados completos de la investigación”, dijo Kristof Crolla, docente de la Facultad de Arquitectura en la Universidad de Hong Kong cuyo enfoque incluye la arquitectura de bambú

Como material natural, el bambú puede ser combustible, agregó Crolla. Pero “cuando se usa adecuadamente y se combina con mallas certificadas como retardantes de fuego, es comparativamente difícil de encender”.

Durante el incendio, las llamas se elevaron por el andamiaje de bambú erigido para trabajos de mantenimiento externo, así como por la malla verde que lo cubría. Pero el bambú generalmente no es “fácilmente inflamable”, resaltó Raffaella Endrizzi, una arquitecta que investiga el andamiaje de bambú y que enseña en la Universidad China de Hong Kong.

“Centrarse sólo en el bambú corre el riesgo de ocultar problemas de seguridad más sistémicos”, afirmó.

La semana pasada, cuando los bomberos combatían el incendio por segundo día, el secretario jefe de administración de la ciudad, Eric Chan, dijo a los periodistas que la resistencia al fuego del andamiaje de bambú era “inferior” a la del andamiaje de metal.

John Lee, el jefe de gobierno de la región china, dijo que los funcionarios se habían reunido con representantes de la industria de la construcción para discutir los plazos para cambiar al andamiaje de metal. El metal debería usarse por razones de seguridad cuando sea posible, indicó Chan.

La causa inicial del incendio está bajo investigación. Hasta ahora, los expertos han encontrado que parte de la malla verde que envolvía el andamiaje de bambú era de calidad inferior y que se utilizaron tableros de espuma inflamables para sellar ventanas durante las renovaciones que duraron meses. Esos fueron los principales factores que causaron que el fuego se extendiera a siete de los ocho edificios en el complejo Wang Fuk Court, dijo el secretario de Seguridad Chris Tang.

Rechazo de residentes y exfuncionarios
Una nota en chino dejada entre una montaña de ramos de flores colocados cerca del sitio del desastre destacó: “no es el andamiaje de bambú lo que debe revisarse, sino todo el sistema”. Muchos otros han publicado comentarios similares en las redes sociales.

Culpar al andamiaje de bambú es una medida “perezosa y de chivo expiatorio” que distrae de problemas más profundos, escribió Regina Ip, exsecretaria de seguridad de Hong Kong que funge como asesora de John Lee, el martes en el periódico local Ming Pao.

“Sería una gran pena decidir apresuradamente prohibir el andamiaje de bambú, que es flexible de usar, debido a este incidente”, subrayó John Tsang, exsecretario de finanzas de Hong Kong, en su página de Facebook.

“Cualquiera con sentido común sabe que el bambú no es tan fácil de quemar”, dijo.

Desafíos en reemplazar andamiaje de bambú
Aquellos que defienden el andamiaje de bambú sostienen que está especialmente adaptado al denso e irregular paisaje urbano de Hong Kong.

“Es ligero, rápido, adaptable y respaldado por generaciones de montadores de andamios expertos, cualidades que han dado forma al horizonte de la ciudad y al ritmo de construcción”, dijo Endrizzi, de la Universidad China de Hong Kong.

Los dos no pueden ser sustituidos tan fácilmente, agregó Crolla de la Universidad de Hong Kong.

Por un lado, “el andamiaje de bambú puede ser enhebrado a través de condiciones urbanas muy estrechas y fachadas irregulares de maneras que los sistemas de metal a menudo no pueden”, esplicó.

Ehsan Noroozinejad, un investigador senior enfocado en construcción e infraestructura en la Universidad de Western Sydney, dijo que el andamiaje de aluminio o acero no es combustible y podría durar más. Pero también es más pesado y puede llevar más tiempo montarlo y desmontarlo.

El bambú cuesta la mitad o menos que el andamiaje de metal, comentó Ho Ping-tak, presidente del Sindicato de Trabajadores de Andamios de Bambú de Hong Kong y Kowloon. Cuestionó cuán dispuestos están los residentes de edificios antiguos que necesitan renovaciones externas a pagar más.

Han surgido problemas más extensos
Cuestiones más amplias de sospecha de manipulación de licitaciones y uso de materiales de construcción de calidad inferior en otros proyectos de mantenimiento y renovación de edificios han dominado las discusiones al tiempo que la ciudad llora a las víctimas del incendio.

“Cambiar sólo los materiales (de andamiaje de bambú a metal) no abordará los problemas subyacentes relacionados con la especificación, la aplicación y la supervisión del sitio”, dijo Endrizzi.

Los cambios de política deben basarse en evidencia porque de lo contrario Hong Kong corre el riesgo de poner fin a un sistema que ha funcionado durante décadas, sin abordar los problemas regulatorios y el uso de materiales de construcción no autorizados, indicó.

Las autoridades han arrestado al menos a 15 personas como parte de una investigación sobre sospechas de corrupción y negligencia en el proyecto de renovación.

Eso ha planteado preguntas sobre la supervisión del gobierno, ya que los residentes de Wang Fuk Court plantearon preocupaciones sobre la seguridad contra incendios de los materiales de construcción, incluida la malla, un año antes.

Después del incendio, los contratistas en varias otras urbanizaciones de Hong Kong que estaban realizando trabajos de mantenimiento exterior comenzaron a retirar la malla que cubre el andamiaje. El miércoles, las autoridades ordenaron la retirada de las mallas externas de andamiaje en cientos de edificios que están siendo sometidos a renovaciones o mantenimiento importantes. Deben ser probadas antes de ser reinstaladas.

Un comité independiente investigará la causa del incendio, dijo el jefe de gobierno de Hong Kong, Lee. Prometió cambios sistémicos en la industria de la construcción para prevenir más tragedias de este tipo.

“Debemos descubrir la verdad, asegurarnos de que se haga justicia”, sostuvo.

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El fotógrafo de The Associated Press Chan Long Hei en Hong Kong y la periodista de la AP Elaine Kurtenbach contribuyeron a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

(FOTO: Obreros de la construcción retiran las redes que cubren los andamios de un proyecto de renovación en el distrito de Mong Kok tras el incendio mortal del 26 de noviembre en el complejo Wang Fuk Court, en el distrito suburbano de Tai Po, en Hong Kong, el jueves 4 de diciembre de 2025. (Foto AP/Chan Long Hei)

CHAN HO-HIM
Chan covers China business, economy and finance for The Associated Press, reporting on key sectors from technology to trade. He is based in Hong Kong.

https://apnews.com/article/hong-kong-incendio-edificios-andamios-bambu-66d14b835387d6c42fae6ce2f8434947

Los secretos que esconde el único puente de guadua que tiene Bogotá, la obra que resalta en la calle 80

Este puente, construido por el arquitecto Simón Vélez, honra a Yenny Garzón y guarda una historia de dolor, innovación y memoria en la capital

Por: Ramiro Pacheco | septiembre 27, 2025
Los secretos que esconde el único puente de guadua que tiene Bogotá, la obra que resalta en la calle 80

El puente de Guadua, como lo llama todo el mundo, está ahí desde hace más de veinte años. Nadie lo recuerda por su nombre oficial: puente Yenny Garzón. Para los bogotanos, es simplemente ese puente extraño, con alma de caña y cuerpo de acero, que se levanta en Engativá, a la altura de la carrera 119 con calle 80, justo donde Bogotá empieza a despedirse de sí misma para dar paso a los municipios de Cota, Tabio, Tenjo, Funza, Mosquera, Villeta, y toda la cadena de pueblos que se abren como corredores hacia el occidente.

puente de guadua

El puente es único. No hay otro en Bogotá que se parezca. Fue construido en guadua, una caña que en el Eje Cafetero abunda y que para muchos es sinónimo de lo humilde, de lo sencillo, pero que, en manos de arquitectos tercos y visionarios, se transforma en un material tan noble como el acero y el cemento. Eso lo entendió el arquitecto Simón Vélez, un hombre que decidió ponerle alas a un tallo verde y convertirlo en estructuras que, más que puentes o casas, parecen poemas de bambú.

Vélez diseñó la estructura y Marcelo Villegas la levantó pieza por pieza. El Instituto de Desarrollo Urbano financió la cimentación, los estudios y las rampas; el SENA pagó parte de la mano de obra; y la empresa Bambú de Colombia donó las guaduas, que llegaron desde Quimbaya, Quindío. En total se usaron tres mil varas, 45 metros de largo, tres de ancho, 130 toneladas de peso. Y un título difícil de arrebatar: es la estructura de guadua más grande del mundo en su tipo.

Cuando se inauguró, el 30 de diciembre de 2003, Antanas Mockus —entonces alcalde de Bogotá— la miró con recelo. Aseguró que parecía una estructura estrafalaria, que rompía con la armonía del entorno. Después, ya puesta en servicio, reconoció que era una obra bella, innovadora, un puente que conciliaba lo frío del cemento y el hierro con lo cálido de la guadua. Esa contradicción lo hacía distinto: un puente que no era de vidrio ni de acero, sino de caña, levantado en medio de una ciudad que todavía duda entre lo moderno y lo ancestral.

puente de guadua

Lo cierto es que no siempre fue así de ligero. Al principio pesaba 210 toneladas: tenía un piso de concreto y un techo de teja de barro. Pronto se dieron cuenta de que la estructura no resistiría tanto peso. Fue entonces cuando decidieron cambiar el piso por madera y el techo por bambú y materiales sintéticos. Así, la mole perdió ochenta toneladas y pudo descansar. Desde entonces, conecta Engativá con Suba a través de seis kilómetros de ciclorutas que van desde el parque La Florida hasta el humedal Juan Amarillo.

Pero el puente guarda, además de sus cifras y su audacia arquitectónica, una historia íntima, dolorosa, que lo nombra. Yenny Varinia Garzón Caicedo nació en Bogotá en 1973 y estudió arquitectura en la Universidad Nacional. Se especializó en investigar el uso de la guadua y el bambú en la construcción. Trabajó codo a codo con Simón Vélez y aprendió de él a ver en esa caña no un material barato, sino una fibra resistente que podía convertirse en el esqueleto de grandes obras.

La vida de Yenny se apagó temprano. Fue asesinada en Chía, en febrero del año 2000, cuando apenas tenía 27 años. Su muerte aún no tiene responsables claros: el caso sigue sin resolverse. Su padre, Angelino Garzón, que por esos años era gobernador del Valle, nunca dejó de repetir una enseñanza que le había dejado su hija: “Aprenda de la guadua, papá. Ella se dobla, pero no se quiebra. Y entre más vieja, más flexible, pero aun así no se rompe”.

Tal vez por eso, cuando el puente se levantó, Vélez decidió bautizarlo con el nombre de Yenny. Era una manera de devolverle a la joven arquitecta lo que ella le había dado: la convicción de que la guadua podía desafiar el tiempo. Desde entonces, cada persona que cruza ese puente camina, sin saberlo, sobre un homenaje.

En las mañanas, el puente se llena de ciclistas que van rumbo al trabajo y de vendedores que empujan carretas con frutas. Por las tardes, son los estudiantes de Suba los que lo atraviesan para tomar bus hacia el occidente. Muchos ni siquiera se preguntan de qué está hecho. Para ellos, es simplemente el paso obligado, un tramo más de la ruta diaria. Pero ahí está: vibrante, silencioso, recordando que la ciudad también tiene un corazón de guadua.

puente de guadua

Simón Vélez, el autor de la obra, se ha vuelto una figura mundial. Ganó el Premio Príncipe Claus en 2009 y estuvo en la Bienal de Venecia en 2016. Ha levantado edificaciones en Alemania, Jamaica, China, India, Panamá, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Brasil y México. Su sello es claro: un sistema de unión que incorpora la guadua como un componente estructural permanente. Él insiste en que este material es más barato que el acero, menos contaminante y capaz de durar hasta dos siglos si se cuida bien.

Quizás por eso, el puente de Engativá no es solo un experimento urbano ni un atajo para ciclistas. Es un símbolo de lo que se puede lograr cuando lo local se defiende frente a la avalancha de lo global. Un recordatorio de que la caña que crece en el Quindío puede sostener a Bogotá entera. Y también, de que los muertos, como Yenny, pueden seguir vivos en la forma de un puente que se dobla, pero no se quiebra.

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