World News Residentes y expertos defienden uso de andamios de bambú en Hong Kong pese a incendio mortal

World News – Residentes y expertos defienden uso de andamios de bambú en Hong Kong pese a incendio mortal

HONG KONG (AP) — Residentes de Hong Kong, profesionales de la construcción y hasta exfuncionarios de alto rango rechazan la idea de que el andamiaje de bambú fue la principal razón por la que las llamas se propagaron tan rápidamente en el incendio más mortífero de la ciudad en décadas, en medio de un debate sobre si debería ser reemplazado.

Las autoridades se centraron rápidamente en el andamiaje tradicional en torno de los edificios de apartamentos en el complejo Wang Fuk Court, donde el fatal incendio del 26 de noviembre se extendió de una torre a siete, matando al menos a 159 personas. Aunque gran parte de la malla verde que cubría el andamiaje se incineró, parte del andamiaje de bambú también se quemó y cayó, y las autoridades han intensificado los planes para reemplazarlo.

El andamiaje de bambú es algo común en los rascacielos de Hong Kong, aunque en China continental y en otros lugares de Asia han comenzado a usar alternativas de metal.

Un sindicato de la industria señala que Hong Kong tiene aproximadamente 3.000 trabajadores registrados para erigir andamios de bambú, una técnica de construcción que data de cientos de años.

Expertos son escépticos sobre culpar al bambú
“Soy muy cauteloso al culpar al bambú en sí antes que se publiquen los resultados completos de la investigación”, dijo Kristof Crolla, docente de la Facultad de Arquitectura en la Universidad de Hong Kong cuyo enfoque incluye la arquitectura de bambú

Como material natural, el bambú puede ser combustible, agregó Crolla. Pero “cuando se usa adecuadamente y se combina con mallas certificadas como retardantes de fuego, es comparativamente difícil de encender”.

Durante el incendio, las llamas se elevaron por el andamiaje de bambú erigido para trabajos de mantenimiento externo, así como por la malla verde que lo cubría. Pero el bambú generalmente no es “fácilmente inflamable”, resaltó Raffaella Endrizzi, una arquitecta que investiga el andamiaje de bambú y que enseña en la Universidad China de Hong Kong.

“Centrarse sólo en el bambú corre el riesgo de ocultar problemas de seguridad más sistémicos”, afirmó.

La semana pasada, cuando los bomberos combatían el incendio por segundo día, el secretario jefe de administración de la ciudad, Eric Chan, dijo a los periodistas que la resistencia al fuego del andamiaje de bambú era “inferior” a la del andamiaje de metal.

John Lee, el jefe de gobierno de la región china, dijo que los funcionarios se habían reunido con representantes de la industria de la construcción para discutir los plazos para cambiar al andamiaje de metal. El metal debería usarse por razones de seguridad cuando sea posible, indicó Chan.

La causa inicial del incendio está bajo investigación. Hasta ahora, los expertos han encontrado que parte de la malla verde que envolvía el andamiaje de bambú era de calidad inferior y que se utilizaron tableros de espuma inflamables para sellar ventanas durante las renovaciones que duraron meses. Esos fueron los principales factores que causaron que el fuego se extendiera a siete de los ocho edificios en el complejo Wang Fuk Court, dijo el secretario de Seguridad Chris Tang.

Rechazo de residentes y exfuncionarios
Una nota en chino dejada entre una montaña de ramos de flores colocados cerca del sitio del desastre destacó: “no es el andamiaje de bambú lo que debe revisarse, sino todo el sistema”. Muchos otros han publicado comentarios similares en las redes sociales.

Culpar al andamiaje de bambú es una medida “perezosa y de chivo expiatorio” que distrae de problemas más profundos, escribió Regina Ip, exsecretaria de seguridad de Hong Kong que funge como asesora de John Lee, el martes en el periódico local Ming Pao.

“Sería una gran pena decidir apresuradamente prohibir el andamiaje de bambú, que es flexible de usar, debido a este incidente”, subrayó John Tsang, exsecretario de finanzas de Hong Kong, en su página de Facebook.

“Cualquiera con sentido común sabe que el bambú no es tan fácil de quemar”, dijo.

Desafíos en reemplazar andamiaje de bambú
Aquellos que defienden el andamiaje de bambú sostienen que está especialmente adaptado al denso e irregular paisaje urbano de Hong Kong.

“Es ligero, rápido, adaptable y respaldado por generaciones de montadores de andamios expertos, cualidades que han dado forma al horizonte de la ciudad y al ritmo de construcción”, dijo Endrizzi, de la Universidad China de Hong Kong.

Los dos no pueden ser sustituidos tan fácilmente, agregó Crolla de la Universidad de Hong Kong.

Por un lado, “el andamiaje de bambú puede ser enhebrado a través de condiciones urbanas muy estrechas y fachadas irregulares de maneras que los sistemas de metal a menudo no pueden”, esplicó.

Ehsan Noroozinejad, un investigador senior enfocado en construcción e infraestructura en la Universidad de Western Sydney, dijo que el andamiaje de aluminio o acero no es combustible y podría durar más. Pero también es más pesado y puede llevar más tiempo montarlo y desmontarlo.

El bambú cuesta la mitad o menos que el andamiaje de metal, comentó Ho Ping-tak, presidente del Sindicato de Trabajadores de Andamios de Bambú de Hong Kong y Kowloon. Cuestionó cuán dispuestos están los residentes de edificios antiguos que necesitan renovaciones externas a pagar más.

Han surgido problemas más extensos
Cuestiones más amplias de sospecha de manipulación de licitaciones y uso de materiales de construcción de calidad inferior en otros proyectos de mantenimiento y renovación de edificios han dominado las discusiones al tiempo que la ciudad llora a las víctimas del incendio.

“Cambiar sólo los materiales (de andamiaje de bambú a metal) no abordará los problemas subyacentes relacionados con la especificación, la aplicación y la supervisión del sitio”, dijo Endrizzi.

Los cambios de política deben basarse en evidencia porque de lo contrario Hong Kong corre el riesgo de poner fin a un sistema que ha funcionado durante décadas, sin abordar los problemas regulatorios y el uso de materiales de construcción no autorizados, indicó.

Las autoridades han arrestado al menos a 15 personas como parte de una investigación sobre sospechas de corrupción y negligencia en el proyecto de renovación.

Eso ha planteado preguntas sobre la supervisión del gobierno, ya que los residentes de Wang Fuk Court plantearon preocupaciones sobre la seguridad contra incendios de los materiales de construcción, incluida la malla, un año antes.

Después del incendio, los contratistas en varias otras urbanizaciones de Hong Kong que estaban realizando trabajos de mantenimiento exterior comenzaron a retirar la malla que cubre el andamiaje. El miércoles, las autoridades ordenaron la retirada de las mallas externas de andamiaje en cientos de edificios que están siendo sometidos a renovaciones o mantenimiento importantes. Deben ser probadas antes de ser reinstaladas.

Un comité independiente investigará la causa del incendio, dijo el jefe de gobierno de Hong Kong, Lee. Prometió cambios sistémicos en la industria de la construcción para prevenir más tragedias de este tipo.

“Debemos descubrir la verdad, asegurarnos de que se haga justicia”, sostuvo.

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El fotógrafo de The Associated Press Chan Long Hei en Hong Kong y la periodista de la AP Elaine Kurtenbach contribuyeron a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

(FOTO: Obreros de la construcción retiran las redes que cubren los andamios de un proyecto de renovación en el distrito de Mong Kok tras el incendio mortal del 26 de noviembre en el complejo Wang Fuk Court, en el distrito suburbano de Tai Po, en Hong Kong, el jueves 4 de diciembre de 2025. (Foto AP/Chan Long Hei)

CHAN HO-HIM
Chan covers China business, economy and finance for The Associated Press, reporting on key sectors from technology to trade. He is based in Hong Kong.

https://apnews.com/article/hong-kong-incendio-edificios-andamios-bambu-66d14b835387d6c42fae6ce2f8434947

Exploración espacial china: cómo el «bambú lunar» podría apoyar el alunizaje antes de 2030

Publicado:
Viernes, 5 de Diciembre de 2025 a las 17:13hrs. | Periodista Digital: EFE
El proyecto plantea soluciones modulares para reducir costos y acelerar la infraestructura en el satélite.

La directora de una empresa espacial hongkonesa presentó esta semana una propuesta que plantea emplear el regolito lunar -material que cubre la superficie de la Luna- para fabricar estructuras tubulares inspiradas en la lógica del bambú, mientras la comunidad internacional acelera los preparativos para el regreso de misiones tripuladas al satélite.

El planteamiento de Clara Lo, de Orion Astropreneur Space Academy, parte de una premisa ampliamente aceptada por las agencias espaciales: enviar materiales de construcción desde la Tierra es extremadamente costoso, por lo que el futuro de la presencia humana fuera de nuestro planeta dependerá de aprovechar los recursos disponibles en el propio entorno lunar.

La especialista sostiene que el uso directo de materiales locales será fundamental para reducir costes y garantizar construcciones resistentes. Según explicó, sistemas robóticos podrían encargarse de extruir o imprimir en 3D cilindros huecos elaborados a partir del regolito, endurecidos mediante luz solar concentrada o microondas.

Estas piezas funcionarían como módulos ligeros, comparables a las cañas de bambú utilizadas tradicionalmente en andamiajes de Asia. Su diseño permitiría que fueran almacenadas en paquetes compactos y posteriormente desplegadas de forma automática.

La propuesta también contempla reforzar los tubos con fibras de basalto obtenidas de la propia roca lunar, o con pequeñas cantidades de polímeros transportados desde la Tierra para aumentar su resistencia.

El montaje se realizaría mediante conectores mecánicos capaces de soportar el polvo y las duras condiciones de la superficie lunar, lo que evitaría el uso de adhesivos y facilitaría ensamblajes rápidos y secos.

Lo enmarca su iniciativa en una filosofía de diseño centrada en la modularidad, la adaptabilidad y la eficiencia. Considera que este método podría aplicarse también en otros escenarios, como futuras misiones a Marte, plataformas orbitales o situaciones de emergencia en zonas remotas de la Tierra.

Su propuesta llega en un contexto de creciente actividad espacial y de avances significativos en los programas destinados a retornar al satélite.

China afirma que los preparativos de su misión lunar tripulada avanzan con normalidad y mantiene su objetivo de lograr un alunizaje con astronautas antes de 2030.

El gigante asiático continúa así ampliando un proyecto espacial que ya ha conseguido hitos como el alunizaje de la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna y la llegada a Marte con la misión Tianwen 1.

Ver mas en https://www.cooperativa.cl/noticias/corporativo/efecto-china/efecto-china-ciencia-y-tecnologia/exploracion-espacial-china-como-el-bambu-lunar-podria-apoyar-el/2025-12-05/170916.html?=efectochina?=efectochina

Cómo el bambú, usado durante milenios en Sudamérica, está revolucionando la construcción antisísmica

Un almacén de bambú para construcción y al frente un trabajador sostiene un tallo de bambú

Fuente de la imagen, Base Bahay

Información del artículo

    • Autor, Nick Aspinwall
    • Título del autor, BBC Future
  • 1 hora

Cuando un terremoto de magnitud 7.8 sacudió Ecuador en abril de 2016, la ciudad costera de Manta sufrió graves daños.

Su vibrante centro comercial Tarqui quedó completamente arrasado. Las calles de la ciudad quedaron marcadas por profundas grietas que se tragaron los escombros de ladrillo y hormigón de los edificios.

Hoy, Manta está en gran parte reconstruida, pero una parte inesperada del legado de aquel terremoto aún permanece visible.

En la zona que fue el epicentro del terremoto, un mercado de pescado se alza bajo un pabellón de bambú junto a la costa.

Allí se encuentran el centro de información turística, un restaurante y una estación de bomberos, todos construidos con bambú. De hecho, en toda la ciudad y la provincia circundante de Manabí, cientos de casas tradicionales de bambú siguen en pie.»Todas fueron construidas antes del terremoto», afirma Pablo Jácome Estrella, director regional para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Bambú y el Ratán (Inbar). «Se mantuvieron en pie».

El bambú se ha utilizado como material de construcción durante milenios en Sudamérica, África y Asia, y crece en abundancia en muchos países de estas regiones.

Sin embargo, solo recientemente se ha empezado a reconocer su resistencia sísmica gracias a un creciente número de investigaciones y pruebas de choque en laboratorio, que indican que sus notables propiedades naturales podrían hacerlo ideal para resistir terremotos.

Edificios que se doblan

La gente de la costa ecuatoriana solía esperar a que la luna estuviera en cuarto creciente para cosechar el bambú antes de llevarlo al mar para limpiarlo y conservarlo, explica Jácome Estrella.

«Decimos que tenemos 10.000 años de historia del bambú», afirma.

Otras culturas también han utilizado el bambú durante mucho tiempo para construir techos u otros elementos interiores.

A pesar de esta historia, el potencial del bambú no siempre fue evidente en Manabí.

Jácome Estrella cuenta que en la década de los 2000 un profesor de arquitectura de Manta se percató de que el departamento de bomberos de la ciudad prohibía la construcción con bambú, pues lo consideraba inflamable (lo cual es cierto, pero se puede reducir el riesgo de incendio mediante tratamientos ignífugos).

Así que empezó a trabajar como bombero voluntario. «Los convenció para construir una estación de bomberos con bambú», afirma.

Esa estación, con su amplio techo abovedado lo suficientemente grande como para albergar varias escaleras mecánicas y camiones cisterna, sobrevivió al terremoto de 2016.

«La naturaleza lo diseñó para que se doblara», explica Bhavna Sharma, profesora asociada de la Universidad del Sur de California, cuya investigación se centra en el uso del bambú en la construcción.

estación de bomberos de Manabí

Fuente de la imagen,Nick Aspinwall

Pie de foto,La estación de bomberos de Manabí fue una de las muchas estructuras de bambú que sobrevivieron al terremoto de 2016.

Los tallos de bambú (los tallos huecos y verticales) son ligeros, lo que reduce la masa de una estructura, y las investigaciones demuestran que la ductilidad que les permite resistir vientos fuertes también les permite absorber el impacto sísmico.

«Los edificios deberían moverse durante un terremoto», afirma Sharma. «Simplemente queremos controlar cuánto se mueven».

Un estudio posterior al terremoto de más de 1.200 edificios en Manabí reveló que, en general, los edificios de hormigón armado sufrieron mayores daños que los de madera y bambú, según Sebastian Kaminski, ingeniero estructural de la consultora de construcción británica Arup, quien participó en esa misión.

Sin embargo, señala que la tendencia se invirtió en algunas localidades, y añade que los datos posteriores al terremoto también deben interpretarse con cautela.

En este caso, por ejemplo, se recopilaron varias semanas después del suceso, cuando muchos edificios ya habían sido demolidos.

Actualmente, un proyecto lanzado en 2021 por Inbar y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo ha construido cientos de nuevas viviendas de bambú en Manabí, la provincia ecuatoriana donde se ubica Manta.

También ha impartido formación a unos 200 estudiantes de la Universidad de Manabí sobre técnicas de construcción con bambú, como el tratamiento de los tallos y el ensamblaje de paneles.

Construir una casa de dos habitaciones cuesta menos de US$20.000, según Jácome Estrella, un precio similar al de una vivienda construida con materiales más convencionales.

«Hay un dicho que usamos: es la madera de los sabios», afirma refiriéndose al bambú. «Es renovable, sostenible y tiene un bajo impacto en el mercado».

Estas nuevas viviendas se inspiran en un método de construcción tradicional llamado bahareque, conocido en inglés como wattle and daub (encalado y barro), en el que una malla de bambú se cubre con una capa de tierra húmeda.

Un punto de inflexión

Los investigadores comenzaron a estudiar seriamente el bambú a principios del siglo XX.

En 1999, tras un terremoto de magnitud 6.2 que azotó la región cafetalera del centro-oeste de Colombia, los observadores notaron que las edificaciones de bahareque parecían haber resistido mejor que las construidas con materiales de mampostería, como ladrillos y bloques de cemento.

«Ese terremoto lo cambió todo», afirma Luis Felipe López, gerente general de la Fundación Base Bahay, con sede en Manila, que diseña y construye viviendas de bambú en Filipinas.

«Para el gobierno fue evidente que estas casas de bahareque salvaron muchas vidas».

López, nacido en la región de Colombia afectada por el terremoto de 1999, trabajaba en ese momento en su tesis de ingeniería estructural y observó la escasez de investigaciones sobre las propiedades estructurales del bambú.

Los códigos de construcción globales se habían desarrollado a partir de siglos de investigación por ingenieros de Estados Unidos y Europa que «nunca habían visto bambú», explica.

Y el Sur Global «copió y pegó los códigos de construcción del norte».

Un edificio de oficinas hecho con bambú en Kanya Kawayan, Batangas, Filipinas

Fuente de la imagen,Base Bahay

Pie de foto,Un edificio de oficinas hecho con bambú en Kanya Kawayan, Batangas, Filipinas.

El terremoto llevó al gobierno de Colombia a invitar a expertos, entre ellos López, a investigar las propiedades del bambú guadua, la especie autóctona utilizada en la construcción de bahareques.

En 2002, gracias a sus hallazgos, Colombia se convirtió en el primer país en contar con un código de construcción específico para la edificación con bambú.

López llevó su trabajo a Base Bahay, fundada en 2014 para crear un laboratorio dedicado al estudio del comportamiento del bambú.

Filipinas, que sufre frecuentes tifones y terremotos, se convirtió en el lugar idóneo, justo cuando investigadores de Estados Unidos y Europa se interesaban por los estudios sobre el bambú, que hasta entonces se habían concentrado principalmente en Latinoamérica.

«Las universidades del norte global dijeron: ‘¡Un momento! Este material parece superinteresante'», comenta López. «Porque era el momento en el que el cambio climático comenzaba a ser un tema de debate».

Los bosques de bambú crecen increíblemente rápido y actúan como sumideros de carbono, absorbiendo más carbono del que liberan.

Por lo tanto, construir con bambú en lugar de materiales como el hormigón y el acero puede reducir drásticamente la huella de carbono de una estructura. Además, es económico y está disponible localmente en muchos países.

«Parte del atractivo del bambú reside en sus beneficios para la silvicultura regenerativa, así como en la sostenibilidad que aporta en términos de equidad económica y social», afirma Sharma.

Desde 2014, Base Bahay ha construido más de 800 viviendas en 10 comunidades de Filipinas, comenzando en la región de Bicol, azotada anualmente por tifones.

Las viviendas se construyen con muros de corte de bambú compuesto, un sistema inspirado directamente en el bahareque, en el que los paneles de bambú se unen con malla y se recubren con cemento o cal.

Aunque las viviendas han resistido numerosos tifones, aún no han sido sometidas a grandes terremotos, explica López.

La forma triangular de los paneles de bambú proporciona estabilidad durante los terremotos, que se propagan horizontalmente, y las conexiones dentro de los muros de corte absorben los vientos de un tifón, al igual que la energía sísmica.

«Es lo suficientemente ligero como para resistir un terremoto y lo suficientemente pesado para un ciclón», afirma Liu Kewei, ingeniero de Inbar que ha trabajado en el desarrollo de la técnica.

«Los arquitectos siempre dirán que el bambú natural es un regalo de la naturaleza. Porque la naturaleza creó estas plantas con una estructura hueca».

Un impulso global

Cuando visité el laboratorio de Base Bahay en el corazón de Manila, la capital de Filipinas, en febrero de 2025, López y yo paseamos tranquilamente.

Pasamos junto a investigadores de universidades filipinas y británicas que realizaban pruebas con plantas de bambú cosechadas, así como con bambú manufacturado: productos fusionados en formas y tamaños estandarizados, como la madera.

Una casa en Manabí, Ecuador, hecha de bambú

Fuente de la imagen,Nick Aspinwall

Pie de foto,Una casa en Manabí, Ecuador, hecha de bambú.

López y sus colegas han publicado numerosos artículos sobre el comportamiento sísmico del bambú a lo largo de los años.

Además de su trabajo en Colombia y Filipinas, han contribuido a los esfuerzos para estandarizar los códigos de construcción con bambú a nivel mundial.

Sin embargo, la inclusión del bambú en los códigos de construcción estandarizados sigue siendo un reto.

A diferencia de los productos de madera manufacturados, las cañas de bambú natural no modificadas son difíciles de estandarizar, ya que varían en tamaño y forma, a pesar de tener características estructurales similares.

«Simplemente se trata y listo», afirma López. «Se usa lo que la naturaleza nos da».

Aun así, desde el terremoto de Colombia de 1999, la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés), reconocida mundialmente, ha adoptado códigos de construcción de bambú. El código más reciente, publicado en 2021, «sigue siendo la referencia actual», señala Kaminski, quien contribuyó a su desarrollo.

Los gobiernos de Perú, Ecuador, Bangladesh, India y México también han desarrollado códigos nacionales de bambú, y Filipinas y Nepal están en proceso de elaboración, añade.

Como cualquier material, el comportamiento de las construcciones de bambú durante un terremoto depende de la calidad de su diseño, construcción y mantenimiento, afirma Kaminski.

«Si alguno de estos aspectos falla, las construcciones de bambú pueden ser tan vulnerables [a los terremotos] como las de otros materiales», explica.

Añade que las ventajas de las construcciones tradicionales de bambú radican en su ligereza, lo que reduce la fuerza sísmica, su capacidad para absorber energía y el sistema de sujeción de los postes.

«Fundamentalmente, dado que tienden a ser ligeras, su derrumbe representa un menor riesgo para la seguridad de los ocupantes».

Kaminski comenta que, según su experiencia, las comunidades suelen confiar en la resistencia sísmica del bambú, pero no en su durabilidad, ya que están familiarizadas con estructuras tradicionales que no reciben un tratamiento completo para protegerlas contra insectos y filtraciones de agua.

«Siempre es esencial tratarlo y mantenerlo seco», concluye. La analogía que se suele usar aquí es que el edificio necesita un buen sombrero y botas.

El bambú se puede tratar con boro, un insecticida, y, al igual que las casas de madera, las estructuras bien construidas tienen techos voladizos y paredes impermeables para garantizar que el bambú se mantenga seco.

Un centro de tejido construido con postes de bambú doblados en Batangas, Filipinas

Fuente de la imagen,Base Bahay

Pie de foto,Un centro de tejido construido con postes de bambú doblados en Batangas, Filipinas, donde los lugareños elaboran productos artesanales.

Por supuesto, la resistencia sísmica no es el único atractivo del bambú.

Arquitectos de todo el mundo han comenzado a construir estructuras grandiosas y sostenibles con este material, desde imponentes pabellones en Vietnam hasta los jardines de bambú del Aeropuerto Internacional Kempegowda de Bangalore, en India.

En Europa y Estados Unidos, sin embargo, donde la única especie nativa de bambú es una gramínea leñosa que se encuentra en las regiones del sur, su uso es poco frecuente.

No obstante, el clima templado del sureste de Estados Unidos permite el cultivo de bambú para uso comercial y en la construcción, lo que ha llamado la atención de algunos investigadores.

Bambú para emergencias

El bambú también puede ser un material de rescate extremadamente útil tras desastres, afirma Kaminski, quien en 2018 publicó una guía sobre el uso del bambú en estructuras de socorro en los campos de refugiados rohinya de Bangladesh.

La arquitecta pakistaní Yasmeen Lari también ha sido pionera en el uso del bambú para construir viviendas de emergencia tras desastres, incluyendo las que construyó después del terremoto que azotó el norte de Afganistán en 2015.

«Lo que hicimos fue reforzarlas insertando barras de acero en los cimientos», explica Lari. «Todo estaba muy bien unido para que no se balanceara».

Después, Lari comenzó a diseñar viviendas de bambú de muy bajo costo en Pakistán: estructuras de adobe con techos de bambú e inserciones de bambú en las paredes, que dependían exclusivamente de materiales locales y eliminaban la necesidad de acero.

Estas estructuras se utilizaron como refugios tras las inundaciones de 2022, que dejaron un tercio de Pakistán bajo el agua.

En 2023, Lari recibió una medalla de oro del Real Instituto de Arquitectos Británicos en reconocimiento a su labor humanitaria en la arquitectura.

Lari afirma que, junto con investigadores de la Universidad NED de Ingeniería y Tecnología de Pakistán, sometió un modelo a media escala de estas estructuras a una prueba en mesa vibratoria en 2021, simulando la fuerza del terremoto de magnitud 7.2 que azotó Kobe, Japón, en 1995.

La estructura resistió el 100% de la fuerza de ese terremoto, luego el 200% y después el 250%. «No pasó nada», recuerda Lari. Solo al alcanzar el 670% de su resistencia, la estructura comenzó a ceder, explica.

Las viviendas de Lari, inspiradas en el método tradicional Dhajji de construcción con entramado de madera, pueden construirse por tan solo US$88.

Esto representa menos de una décima parte de lo que se necesita para cada vivienda de emergencia humanitaria construida por el Banco Mundial, señala Lari (el Banco Mundial le dijo a la BBC que el costo de reconstrucción de una vivienda de una sola habitación en Pakistán ronda los US$1.400-US$1.600.

Una casa en el barrio de Palanog, Tacloban, en Filipinas, construida utilizando su tecnología de entramado de bambú y cemento.

Fuente de la imagen,Base Bahay

Pie de foto,Base Bahay construyó unas 20 casas en el barrio de Palanog, Tacloban, en Filipinas, utilizando su tecnología de entramado de bambú y cemento.

Tras las inundaciones de Pakistán de 2022, dice Lari, el Banco Mundial insistió en que la reconstrucción debía realizarse con ladrillo y hormigón.

«Las tradiciones vernáculas nunca han tenido la oportunidad de sobrevivir ni de perpetuarse», declara.

Sin embargo, un portavoz del Banco Mundial le dijo a la BBC que la capacidad de utilizar ampliamente tecnologías como el bambú en los esfuerzos de reconstrucción suele estar limitada por deficiencias en las pruebas de laboratorio y en los códigos de construcción locales.

«Muchos códigos locales no incluyen disposiciones sobre resiliencia para las prácticas constructivas tradicionales, lo que restringe la adopción generalizada de materiales como el bambú», señala.

En Pakistán, agrega, el uso del bambú se vio limitado por diversos factores, entre ellos el grado de aceptación de la comunidad, la falta de habilidades y capacitación adecuadas para los artesanos locales en la construcción integral con bambú y la ausencia de instalaciones de tratamiento o ensayo establecidas en la provincia.

Sin embargo, el portavoz indicó que el Banco «reconoce el valor de las tecnologías de construcción adaptadas localmente, incluido el bambú, que pueden ofrecer soluciones rentables, sostenibles y resistentes en muchos contextos».

Un ejemplo, afirmó, fue la reconstrucción en la región cafetalera de Colombia tras el terremoto de 1999, donde una guía oficial adoptada por una asociación colombiana de ingenieros estableció cómo se podía utilizar el bambú de forma segura y eficaz en la construcción.

En Pakistán, al igual que en Filipinas y Ecuador, persiste la idea de que el bambú es «el material del pobre», afirma Lari.

Hoy, sin embargo, esta percepción se cuestiona más que nunca.

Si bien la mayoría de las construcciones de bambú se limitan a una o dos plantas, los arquitectos están experimentando con edificios de varios pisos y rascacielos de bambú, lo que podría demostrar la viabilidad de este material en estructuras de gran escala y alta densidad.

Liu asegura que quienes experimentan el bambú por primera vez suelen quedar cautivados por la sensación de que una estructura estable y resistente a los desastres también puede brindarles una mayor conexión con la naturaleza.

«Cuando estás en una casa de bambú, creo que te puede conmover la atmósfera», comenta. «Al entrar en un entorno natural, te sientes más cómodo».

Este artículo apareció en BBC Future. Puedes leer la versión original en inglés aquí.

VER MAS EN https://www.bbc.com/mundo/articles/c201yzvwwllo?fbclid=IwY2xjawOFgxNleHRuA2FlbQIxMABicmlkETFSSElHYjFPM1MxaEdwMEVGc3J0YwZhcHBfaWQQMjIyMDM5MTc4ODIwMDg5MghjYWxsc2l0ZQEyAAEeojPcKflgUaZzVQhl5OuFIIk429biBJsCWRJgDEochSRkzGqUTytnFHXN-Mo_aem_rZ_6BAFCXUFhmsM0i8n6kA