Capturan a seis personas en Buga por tala ilegal de guadua que les dejaba millonarias ganancias

* Los capturados se lucraban económicamente con este recurso natural.

En un nuevo operativo liderado por la Policía Nacional, seis personas fueron sorprendidas talando guadua de forma ilegal en zona rural del municipio de Buga.

La captura se llevó a cabo en la vereda La Honda, durante el desarrollo de la operación ‘Ciprés XI’, una estrategia que busca frenar los delitos ambientales y proteger el patrimonio ecológico del país.

Y es que con el propósito de evitar que este tipo de actos tengan lugar, las autoridades han intensificado estos operativos en el territorio.

Proceso de captura

Y es que este grupo fue capturado justo en el momento de la acción, mientras extraían gravemente el material forestal sin los permisos exigidos por la autoridad ambiental.

En el sitio se incautaron aproximadamente 1.200 unidades de guadua, material que estaba siendo aprovechado sin los requisitos legales establecidos.

Según las autoridades, esta actividad ilegal les generaba ganancias cercanas a los 15 millones de pesos mensuales y afectaba más de 2.000 unidades de guadua en el área intervenida.

De acuerdo con la Seccional de Carabineros y Protección Ambiental del Departamento de Policía Valle, los implicados habrían montado una operación sostenida de explotación forestal sin ningún tipo de regulación.

Esta es la entrada al municipio de Buga, donde hay milenarios samanes que engalanan el acceso a esta población, temen que desaparezcan. Foto archivo Cámara de Comercio de BugaContinúan los operativos ambientales en Buga. Foto archivo Cámara de Comercio de Buga | Foto: Foto archivo Cámara de Comercio Buga

El mayor Mauricio Ramírez García, jefe de la Seccional de Carabineros y Protección Ambiental del departamento, señaló que esta situación representa un daño considerable al ecosistema local, pues la tala de guadua tiene graves afectaciones para el ecosistema, entre ellas:

  • Afecta la biodiversidad.
  • Altera los procesos naturales de conservación del agua.
  • Contribuye al deterioro progresivo del clima en la región.

Respecto a su contenido, el material incautado fue entregado a la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC).

Y los detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación por el delito de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales renovables, por lo que deberán responderle a la justicia en materia de sus acciones en el sector.

Este es el ´túnel verde' en la entrada al municipio de Buga, que muchas personalidades están denunciando que sería afectado por el diseño actual de la doble calzada Buga - Mediacanoa. Foto Especial para El PaísLa Operación ‘CIPRES XI’ busca proteger el ecosistema del Valle. Foto Especial para El País | Foto: Foto Especial para El País

Medidas de protección ambiental

Además, el mayor Ramírez también hizo un llamado a la ciudadanía para que se conviertan en aliados en la protección de los recursos naturales.

“El Departamento de Policía Valle invita a la comunidad, a conservar la fauna y la flora silvestre de este bello departamento y a denunciar de manera oportuna a través de la línea de emergencia 123 cualquier actividad ilegal”, añadió.

Cabe señalar que la operación ‘Ciprés XI’ hace parte de un conjunto de intervenciones articuladas entre la Policía, entidades ambientales y la comunidad para frenar la destrucción de ecosistemas estratégicos.

En especial, en zonas donde los recursos como la guadua, aunque renovables, requieren de manejo sostenible y controlado.

Finalmente, con esta intervención policial, se espera que disminuyan los casos que agreden al medio ambiente y se fortalezca la naturaleza del departamento.

Ver más en https://www.elpais.com.co/valle/capturan-a-seis-personas-en-buga-por-tala-ilegal-de-guadua-que-les-dejaba-millonarias-ganancias-0219.html

Geraldine España Giraldo

Periodista web de El País, comunicadora social y periodista egresada de la Universidad Autónoma de Occidente en Cali, Valle. Me gusta la reportería, presentación y la escritura.

Diana Isabel Villalba usa el poder de la guadua para unir al pueblo indígena Pijao

Desde el corazón del resguardo indígena San Antonio, en el Tolima, Diana Isabel Villalba lidera un proyecto pionero en forestería comunitaria basado en la guadua. Un proceso que inició con pequeñas iniciativas en 2016, pero que fue oficialmente apoyado en 2018 por el Ministerio de Ambiente y la FAO. Hoy, con más de siete hectáreas de plantaciones, su trabajo y el de su comunidad enfrentan retos y sueños que buscan consolidarse en una ecoempresa sostenible.

Diana Isabel Villalba usa el poder de la guadua para unir al pueblo indígena Pijao | Confidencial Noticias

El nacimiento de una iniciativa

El proyecto de forestería comunitaria con guadua nació como un esfuerzo colectivo por parte de la comunidad del resguardo indígena. En sus inicios, se establecieron seis hectáreas de bosque de guadua con la idea de generar un modelo sostenible de producción que permitiera la conservación ambiental y el desarrollo económico de la comunidad.

Además de la guadua, el proyecto incorporó cultivos de café, plantas medicinales y aromáticas, diseñados para ofrecer beneficios a corto y mediano plazo. De esta manera, mientras la guadua crecía, el café comenzaba a producir, asegurando cierta estabilidad económica para los involucrados.

Para Diana y su equipo, la guadua ha sido más que una planta; ha sido un símbolo de cambio y crecimiento. «Siempre ha estado aquí, pero nunca habíamos hecho un manejo forestal de ella. En este proceso nos dimos cuenta de su importancia dentro de nuestra cosmovisión indígena», explica Diana.

La comunidad recibió apoyo de la FAO y el Ministerio de Ambiente en cuatro etapas. Estas ayudas incluyeron capacitación técnica, asesoría en mercadeo y aportes de insumos esenciales. Sin embargo, la intermitencia en la financiación y la falta de continuidad han sido los mayores desafíos. «Nos apoyaban por tres meses y luego pasábamos largos periodos sin ayuda, lo que nos ha obligado a buscar alternativas para mantener el proyecto a flote», cuenta.

Desafíos y resistencia

El mantenimiento de la guadua es una tarea demandante. Se requiere poda cada tres o cuatro meses y fertilización constante. Sin el apoyo económico suficiente, la comunidad ha tenido que invertir sus propios recursos. En sus inicios, el proyecto contó con 43 personas asociadas, pero debido a las dificultades, hoy solo quedan 14, muchos de ellos con dudas sobre la viabilidad a largo plazo.

«El gran reto es garantizar la sostenibilidad del proyecto», dice Diana. «Ya no contamos con el respaldo de la FAO y dependemos de recursos del resguardo, que cada vez son más limitados». Sin embargo, la determinación de quienes siguen en la asociación es inquebrantable. «Sabemos que este proyecto puede cambiar vidas, generar empleo y consolidar una economía sostenible en nuestra comunidad».

Diana sueña con una ecoempresa que transforme la guadua más allá de la venta de materia prima. «Queremos fabricar artesanías, pisos, paredes, casas prefabricadas, y hasta alimentos derivados de la guadua. La idea es generar empleo para jóvenes y adultos, y demostrar que este recurso puede ser la base de un modelo económico sostenible», expresa.

El café, por su parte, ya está en producción y se han dado los primeros pasos para su transformación y comercialización. La comunidad cuenta con maquinaria para el procesamiento, pero aún enfrenta barreras como los costos de certificaciones necesarias para su venta en mercados más amplios.

Para Diana, la forestería comunitaria va más allá del manejo de los recursos naturales. «Es un tejido de experiencias, de compartir esfuerzos en comunidad, de crecer juntos». A lo largo de estos años, el proyecto ha permitido intercambiar conocimientos con otras comunidades y fortalecer la identidad cultural indígena en torno a la protección del territorio.

A pesar de los desafíos, Diana y su equipo continúan tocando puertas y buscando aliados que los ayuden a seguir adelante. «No queremos que se acaben las ganas, la visión está clara y estamos convencidos de que lo vamos a lograr», concluye.

La comunidad de San Antonio demuestra que la resistencia y el trabajo colectivo pueden transformar el futuro. Diana, como líder, encarna la esperanza de un modelo de desarrollo sostenible donde el bosque y la comunidad crecen juntos.

Confidencial Noticias

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TAPMI Center. Arquitectura bioclimática bajo la sombra del bambú

Entre medias de los edificios blancos del TAPMI Center (Manipal, India) sobresalen grandes estructuras de bambú. Con ellas, The Purple Ink Studio buscaba un modo de ampliar el uso de los espacios exteriores de este campus para protegerlos de la lluvia tropical. Por eso pensaron en unos elementos que pudieran recoger y gestionar el agua y arrojar sombra en los días más calurosos.

Sombra de agua y de luz en arquitectura bioclimática

Los edificios del campus de la universidad del TAPMI Center se encadenan creando una variedad interesante de espacios exteriores e interiores, públicos y privados. La institución quería reducir la diferencia entre la comunidad académica y la local, y de esa manera intercaló una serie de áreas intermedias entre las aulas y los laboratorios. La labor de los arquitectos de The Purple Ink Studio se centró en luchar contra las inclemencias del clima tropical de esta región de la India para que dichos lugares pudieran utilizarse el mayor número de días al año.

bambú, arquitectura bioclimáticaTAPMI Center. The Purple Ink Studio. Arquitectura bioclimática de bambú

La intervención copia el modo en que los Chhatris se emplean para señalar zonas prominentes de los palacios en la arquitectura india. Las cúpulas se transforman en un armazón que sirve de parasol y de paraguas, y que pone la atención de la vista en los ambientes realmente importantes del proyecto. Las grandes pérgolas se han diseñado como un sumidero, por ello la silueta de las cubiertas hace que el agua de las intensas lluvias resbale hacia dentro y se gestione hacia el subsuelo a través de los apoyos. La curvatura se invierte para evitar la caída del torrente de agua desde tantos metros de altura. La forma que sigue a la función como esencia de la arquitectura bioclimática.

bambú, arquitectura bioclimáticaTAPMI Center. The Purple Ink Studio. Arquitectura bioclimática de bambú
bambú, arquitectura bioclimáticaTAPMI Center. The Purple Ink Studio. Arquitectura bioclimática de bambú

El bambú en el TAPMI center

El estudio indio ha usado volúmenes metálicos ocultos tras un revestimiento de piezas de bambú. Por un lado, la capacidad portante del acero hace que estos elementos adquieran un tamaño suficiente para no pasar desapercibidos, mientras que la textura natural los hace destacar entre la monotonía nívea de las construcciones contiguas. Es así como los arquitectos han jugado con la altura de estos paraguas para lograr un efecto interesante a la vista. Desde fuera, parece que la selva de alrededor se entremezcla con los bloques universitarios, y que las plazas abiertas para albergar anfiteatros y núcleos de reunión se reparten entre los claros del bosque.

bambú, arquitectura bioclimáticaTAPMI Center. The Purple Ink Studio
bambú, arquitectura bioclimáticaTAPMI Center. The Purple Ink Studio

El acabado de madera convierte a los umbráculos en grandes árboles sin hojas que brotan en medio del claro ficticio. Las tablillas se colocaron a mano durante días para conseguir la precisión necesaria en la curvatura de las figuras. Era importante que cada uno de los parasoles consiguiera la geometría precisa para optimizar la recogida de agua y las horas de sombra. “Tardamos más tiempo en construir los paraguas que los edificios”, comentan desde el estudio. Industrializado por dentro, artesanal por fuera.

bambú, arquitectura bioclimáticaTAPMI Center. The Purple Ink Studio. Arquitectura bioclimática de bambú
bambú, arquitectura bioclimáticaTAPMI Center. The Purple Ink Studio. Arquitectura bioclimática de bambú

Los arquitectos detectaron un desequilibrio entre las partes privadas y las públicas —unas cubiertas y climatizadas y las otras a la intemperie— y trabajaron para compensarlo con un esfuerzo de diseño. La mezcla de usos que Purple Ink Studio ha implementado en el TAPMI Center favorece que el conjunto arquitectónico se vuelva más versátil. Las grandes setas de madera no solo dan una imagen pintoresca, también refuerzan la posición de sus ámbitos más necesarios y vulnerables. Y así, el campus del TAPMI Center descansa a la sombra del bambú.

bambú, arquitectura bioclimáticaTAPMI Center. The Purple Ink Studio. Arquitectura bioclimática de bambú

En este enlace puedes leer más artículos sobre otros proyectos de arquitectura sostenible.

¿Qué es el TAPMI Center?

TAPMI Center es un campus universitario localizado en la ciudad de Manipal (India).

¿Qué estrategia se ha seguido para su diseño?

Los arquitectos de The Purple Ink Studio han diseñado unas estructuras metálicas cubiertas de bambú para proteger los espacios exteriores de las inclemencias del clima tropical.